Para los incrédulos malintencionados, los de siempre, que creen que el dinero lo puede todo, la aprobación de la nueva ley sanitaría en EE.UU., por supuesto recortada dadas las dificultades, supone un revés para sus intereses, a la vez que un gran paso para la sociedad estadounidense.
Para los que creímos en Obama, por su discurso lleno de argumentos, su elección fue un soplo de aire fresco en unos momentos en donde muchos ya habíamos perdido la esperanza, cuando se nos quería hacer creer que estábamos en peligro, para justificar guerras injustificables, que a muchos nos hizo salir a la calle.
Por supuesto sabemos que Obama no podrá arreglar todos los problemas que creamos durante unos años nefastos para el mundo entero, pero buenas intenciones no le faltan, a nosotros no nos engañan, este hombre tiene algo muy importante, se le nota en la manera de defender lo que cree: integridad.
sábado, 3 de abril de 2010
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