Parece que mientras en los países árabes se están sublevando contra los abusos de sus gobiernos dictatoriales, nosotros somos incapaces de movilizarnos ante los que realmente nos gobiernan "el mercado financiero", el más deleznable de los poderes, el que bajo el manto del estado democrático deja a sus ciudadanos en la más absoluta miseria, después de una estafa masiva auspiciada y consentida por los gobiernos de turno, que no sólo no han pedido responsabilidades, sino que han hecho que paguemos nosotros los desmanes por ellos cometidos, con total impunidad. No perdamos de vista algunas de las declaraciones de sus responsables, los miembros de sus juntas directivas, en las que nos podemos hacer una idea de en manos de quien estamos, carentes de preparación y de vergüenza, que en cualquier empresa, no lograrían superar ni siquiera el periodo de prueba.
Ya va siendo hora de hacerles saber que no nos van a ningunear más, que ya hemos tenido demasiada paciencia y que si los que nos gobiernan no son capaces de ponerles en su sitio, lo haremos nosotros, al igual que los zátrapas de las dictaduras árabes van cayendo, no tardarán en hacerlo éstos de camisa y corbata.
